Abrir una residencia de ancianos es una elección muy delicada. A diferencia de otras actividades empresariales, en las que se distribuyen productos o se ofrecen servicios ocasionales, en este caso es necesario garantizar una continuidad diaria que no permita pausas.

El cuidado de una persona mayor, además de requerir constancia en los aspectos puramente prácticos, exige una inversión emocional en nombre de la cual hay que estar dispuesto a interactuar con personas que se encuentran en la fase final de la vida.

Desde un punto de vista estrictamente económico, dedicarse a las personas de edad avanzada es una decisión previsora. De año en año, los datos del ISTAT dibujan un panorama de aumento de la esperanza de vida y descenso de la natalidad. Las estadísticas más recientes muestran que la población femenina en edad fértil está disminuyendo y, en cualquier caso, la edad en la que las mujeres deciden tener su primer hijo está aumentando